28 enero, 2007

Oporto

Con bastante retraso, pero al fin me pongo a explicar algo de los cuatro días que pasé en Oporto a principios de mes. Mi resumen sería que es una ciudad que vale la pena visitar. Para un fin de semana largo, perfecta.

El Duero atraviesa la ciudad poco antes de desembocar en el Atlántico. Para mí es lo más bonito de Oporto. Hay un paseo que lo bordea y el casco viejo de la ciudad, que es Patrimonio de la Humanidad, está ahí mismo. Es una gozada pasear bajo los puentes que cruzan el río mirando la otra orilla, vayas por la orilla que vayas.

En verano hay una plaza no muy grande junto al Duero que está repleta de terrazas de los bares con muchísimo ambiente. Es un disfrute tomar algo a la fresca, con el río al lado. Además, al contrario que Lisboa (al menos en verano), no está llena de turistas (españoles), sino que la mayoría de gente que está tomando algo allí son de la ciudad.

La parte vieja está formada por una serie de empinadas callejuelas por las que es totalmente imposible circular en coche. Vale la pena verlo, aunque se echa en falta que lo limpiasen un poco. Es bonito, pero demasiado descuidado. Incluso por alguna de sus calles no es muy conveniente pasear a según que horas.

También tiene su parte "extraña" o "desagradable". Es muy chocante ver cómo la parte de la ciudad que hay entre el centro y el Duero está repleta de pisos abandonados, que no dan la impresión de ser feos. Son casas de principio de siglo, rollo Eixample, que siempre tienen su encanto. Y bueno, como las casas están vacías, tampoco hay mucha gente. Total que te encuentras extraño, andando por una zona que no comprendes porqué está tan vacía...

Sobre la comida y la bebida

A lo mejor yo no he sabido pedir, pero la verdad es que por más que lo intenté, no comí nada que me entusiasmase. Bueno sí, la "bifana", que es carne de cerdo en adobo. Pero vaya, que ése sea el mejor recuerdo gastronómico tiene tela.... Son famosos sus callos, pero tengo que reconocer que no me atreví con ellos. Todavía no me he atrevido a probarlos aquí...

Sobre la bebida. El Oporto vale la pena, está muy bueno. La cerveza es correcta, como la que podríamos encontrar en Barcelona.